Desde Septiembre de 2004 hasta Mayo de 2005 se expuso en
el British Museum de Londres, un
conjunto de litografías y grabados a través de los cuales se pretendía dar una
idea general acerca de la importancia de la espada en la cultura japonesa. Tras
el éxito cosechado, decidieron mantener parte de las obras de forma permanente
en la sección sobre Japón que posee el museo.
Para los que no podamos acercarnos a Londres ahora mismo,
la propia página del museo (http://www.britishmuseum.org/)
ofrece
un tour online bastante completo, en
el que se pueden observar algunas de las obras expuestas. Nosotros también os
invitamos a visitar esta interesante exposición, y para tentaros, aquí va un
pequeño adelanto con una traducción adaptada desde la propia página…
Las espadas poseen un papel
fundamental en la tradición japonesa, y son ampliamente admiradas por su
elegancia, belleza, excelencia técnica y cualidades espirituales. Las primeras
espadas de acero se llevaron a Japón desde China y Corea entre el siglo 4 y 6
AC, y los primeros forjadores perfeccionaron su curvatura y su filo único
durante el trascurso del periodo Heian (794-1185 AC), a pesar de que su uso se
extendió hasta el final del siglo 19 entre la clase de los samurais.
Pueden datarse de acuerdo a los
cambios operados en su forma a lo largo del tiempo, y como los maestros
forjadores firmaban su trabajo, es posible realizar una cronología de cada una
de ellas.
La
apreciación de la belleza de la hoja es un importante aspecto de la estética
japonesa. Su textura única se crea a través de un complejo proceso de pulido. Las espadas son incluso honradas como lugar de residencia de determinadas
deidades en numerosos santuarios Shintō.
El arte de la forja.
La manufactura
de las espadas japonesas requiere una técnica impecable y los maestros
forjadores más exitosos son muy respetados. Este grabado en madera del artista
Ogata Gekko (1859-1920) representa al maestro forjador Inari, que vivió durante
el periodo Heian.
Las hojas de
las espadas japonesas poseen una piel dura pero un núcleo relativamente suave.
Esto se consigue mediante una combinación muy específica de aceros de
diferentes calidades y plegando la mezcla varias veces mientras está caliente.
Posteriormente, se amartillea hasta conseguir la forma deseada, se calienta
hasta el rojo vivo y se templa en agua helada. Con este proceso, además de
endurecer la hoja, se crean patrones decorativos naturales. Este es el caso de
los patrones de ondas cristalinas conocidas como hamon, un efecto de nubes demonimado nioi (por el aspecto del color de las flores en los árboles
distantes) o una banda contínua de brillantes cristales llamada nie (hervor).
El pulido es
tan importante como el propio proceso de forjado. Se lleva a cabo usando más de
20 tipos distintos de piedras que consiguen que la superfície de la espada
quede completamente plana.
Por
convención, las hojas se dividen en 4 tipos dependiendo de su longitud; tachi (gran espada) y katana (espada) poseen más de 60 cm de
longitud. Wakizashi (espada
acompañante) posee entre 30 y 60 cm y el tantō (espada corta o daga) posee unos 30 cm. Los samurais tradicionalmente llevaban un par de espadas, una larga y otra corta.
Kotō.
Las antiguas espadas.
La palabra Kotō (espadas antiguas) describe a las
espadas hechas en Japón desde el inicio del periodo Heian (794-1185) hasta el
final del periodo Momoyama (1573-1600). Las hojas Kotō son por lo
general más delgadas y con unas proporciones más elegantes que las de las
espadas realizadas en periodos posteriores, que poseen a menudo una curva más
pronunciada. Durante la era de los Kotō, su manufactura se concentró en
áreas que poseían un amplio suministro de hierro o en las regiones bajo control
de poderosos clanes militares. Así se reconocen 5 importantes núcleos: en el
centro de la Provincia Bizen (Kyoto), en la Provincia de Yamato (Nara y
alrededores), Sōshū (Provincia de Sagami,
actualmente la Prefectura de Kanagawa, en torno a Kamakura), la Provincia de
Mino (actualmente la Prefectura de Gifu) y Yamashiro (Kyoto).
El wakizashi (espada acompañante) mostrado en la foto fue creado por
el maestro forjador Osafune Norimitsu en la provincia de Bizen, que poseía una
fuerte tradición de forjado de katanas. Se creó durante el periodo Muromachi
(1392-1573) en un momento histórico en el cuál se creaba un gran número de
espadas para los ejércitos que luchaban en las continuas guerras civiles. La
hoja posee una curva pronunciada y el patrón ondulante conocido como hamon (esa estructura cristalina tan
característica en el borde de la hoja). La hoja además está decorada con pan de
oro. Su alta calidad indica que probablemente fue creada específicamente para
un clan gobernante para su uso en ceremonias en la corte.
Sumiyoshi
Hirotsura, Yoshitsune y la Batalla de Yashima.
Este grabado
en madera realizado por el artista Sumiyoshi Hirotsura (1793-1863) representa
al gran guerrero Yoshitsune en la Batalla de Yashima. Esta batalla
probablemente fuera la más importante de todas las que tuvieron lugar durante
las guerras Gempei (1182-85) entre los clanes Minamoto y Taira.
Yoshitsune y
sus hermanos eran ilustres miembros del clan Minamoto. Sus victorias
permitieron despejar el camino para el ataque en Yashima, el lugar donde se
asentaba el cuartel general del clan Taira en la isla Shikoku.
En marzo del
año 1185 Yoshitsune comenzó a reunir una pequeña flota de barcos y el 22 de
marzo les ordenó zarpar, aunque según las crónicas muchos de los navíos se
hundieron en el mar debido a las tormentas. Cuando la flota se encontraba cerca
de Yashima, Yoshitsune le sonsacó a un guerrero de la zona que muchos de los
defensores del clan Taira se encontraban de expedición, lo que los hacía
especialmente vulnerables.
La flota
desembarcó frente a la base de los Taira, donde el lider del clan, temiendo un
ataque masivo y dada la escasez de hombres operativos, ordenó a sus soldados
que evacuaran la base y se dirigieran hacia las naves de Yoshitsune para
enfrentarlos. La cruenta batalla que tuvo lugar se representa en el grabado. A
la mañana siguiente, los Taira, derrotados, abandonaron Shikoku.
En la batalla
final de las guerras Gempei, el 24 de Abril de 1185, los Taira lucharon
valientemente pero las fuerzas de Yoshitsune se alzaron con la victoria. El
clan Taira ya no presentaba ningún peligro para los Minamoto, y el hermano de
Yoshitsune, Yorimoto, fundó el primer shogunato en Kamakura.
El reinado de
los Shogun (mandatarios militares) continuó hasta 1868, y los
emperadores continuaron reinando como líderes culturales y espirituales.
Katsukawa
Shunshō, Benkei y Yoshitsune en el puente Gojō
Este grabado en madera de Katsukawa Shunshō (que murió en 1792) muestra a Benkei y Yoshitsune
luchando en el puente Gojō durante el siglo XII.
Según la leyenda Benkei, un monje-guerrero,
se comprometió a recolectar un total de mil espadas, cada una de ellas ganada
en batalla contra los hombres que cruzaran el puente Gojō en Uji, cerca de
Kyoto. La historia cuenta que para cuando había conseguido 999 espadas
Yoshitsune (representado en la derecha del grabado) apareció. Como parecía
pequeño y poco poderoso Benkei pensó que podría derrotarle fácilmente, pero
Yoshitsune acabó venciendo y Benkei se convirtió en su devoto servidor de por
vida.
Benkei y Yoshitsune son
figuras muy populares en la historia y leyenda de Japón y sus hazañas han
inspirado multitud de novelas, películas y obras de teatro Kabuki.
El éxito militar de
Yoshitsune fue crucial para asegurar el control del país que ejercía su hermano
Yorimoto, aunque más tarde, el propio Yorimoto celoso del estrecho vínculo de
Yoshitsune con el emperador le declaró la guerra. Se dice que Benkei murió
defendiendo a Yoshitsune, que se vió forzado a suicidarse frente a los soldados
de su hermano en la Batalla de Koromogawa.
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